Lo importante no es que sean visibles los poetas. sino los
poemas. Y, luego, ya se irá viendo.
De Sucede en la voz de otros.
Es la pequeña odisea de dos libros viajeros que por fin han llegado a su destino. Por algo uno de ellos se
titula Transito. De Cerdecilla, donde
vive el autor, fueron a la caseta de Pre-textos en la Feria del libro de Madrid
donde tenía yo que haberlos recogido. De allí pasaron a manos de un amigo que
se los llevó a su casa y más tarde se los dio al “amigo Muñoz”, que estaba de
vacaciones y que los guardó en su casa de Madrid. De la capital de España
llegaron ayer, cuatro meses después, a Manhattan, al
barrio donde vivió el enamorado Juan Ramón Jiménez y en la universidad donde estudió
Lorca. Ahora están en Brooklyn, cerca de Prospect Park, reposando del largo viaje. Es un regalo,que se agradece, del filólogo, poeta y traductor Juan Manuel Macías.
titula Transito. De Cerdecilla, donde
vive el autor, fueron a la caseta de Pre-textos en la Feria del libro de Madrid
donde tenía yo que haberlos recogido. De allí pasaron a manos de un amigo que
se los llevó a su casa y más tarde se los dio al “amigo Muñoz”, que estaba de
vacaciones y que los guardó en su casa de Madrid. De la capital de España
llegaron ayer, cuatro meses después, a Manhattan, al
barrio donde vivió el enamorado Juan Ramón Jiménez y en la universidad donde estudió
Lorca. Ahora están en Brooklyn, cerca de Prospect Park, reposando del largo viaje. Es un regalo,que se agradece, del filólogo, poeta y traductor Juan Manuel Macías.
Transito, un libro de poemas editado por DVD y Sucede en la voz de otros, en la Isla de Siltolá. La mayoría de los
títulos de Transito le llevan a uno por un lado a un mundo
primitivo, tradicional y ancestral y por
otro tienen sabor a tiempo cercano y familiar lo que imprimen el libro de una
cierta nostalgia añoranza. Pasado “clásico” y presente con un “futuro”.
títulos de Transito le llevan a uno por un lado a un mundo
primitivo, tradicional y ancestral y por
otro tienen sabor a tiempo cercano y familiar lo que imprimen el libro de una
cierta nostalgia añoranza. Pasado “clásico” y presente con un “futuro”.
Títulos como :
“Canícula”, “Samba”, “Alberca”, “Pupitre”, “Villancico””Surcos”. Frente a este aspecto
“popular”, nos encontramos con poemas de hondas raíces “intelectuales” y
argumentos “clásicos”. Tránsito está
engarzado en una profusión de atrevidas metáforas. Uno siente a lo largo del
libro una fuerte energía, el rumor de una corriente salpicada de vitalismo, un poderoso control del ritmo y un mundo propio y personal.
“Canícula”, “Samba”, “Alberca”, “Pupitre”, “Villancico””Surcos”. Frente a este aspecto
“popular”, nos encontramos con poemas de hondas raíces “intelectuales” y
argumentos “clásicos”. Tránsito está
engarzado en una profusión de atrevidas metáforas. Uno siente a lo largo del
libro una fuerte energía, el rumor de una corriente salpicada de vitalismo, un poderoso control del ritmo y un mundo propio y personal.
Que sirva de ejemplo este poema.
CADENCIA
Vinieron los desiertos
gritando
para besar el filo de los párpados.
Pudiera ser la sangre
una partitura en blanco.
Y el corazón vagaba por sus márgenes
arrancándose las tardes una a una.
O tal vez la esperanza
un tardío paso de baile
desarbolado sobre el calendario.
Pudiera ser el miedo
la habitación de un hotel
momentos antes de mudar de ángel.
Era tanta la cólera o el llanto
que todas las agujas solidarias
marchaban como un sueño
a clavarse en los ojos del piano.
Sucede en la voz de otros, (La isla de
Siltolá), lleva como subtítulos “Apuntes mundanos de poesía” y son textos
breves y hondos, a caballo entre el ensayo (lo que les hace ser menos
“mundanos”), la narración, el aforismo y el poema en prosa. Textos con sabor a
Grecia, con aromas helenos, textos irónicos, descriptivos, rabiosamente
actuales, con la presencia de Facebook.
“Columpio” es uno de mis textos favoritos:
Siltolá), lleva como subtítulos “Apuntes mundanos de poesía” y son textos
breves y hondos, a caballo entre el ensayo (lo que les hace ser menos
“mundanos”), la narración, el aforismo y el poema en prosa. Textos con sabor a
Grecia, con aromas helenos, textos irónicos, descriptivos, rabiosamente
actuales, con la presencia de Facebook.
“Columpio” es uno de mis textos favoritos:
Como en el poema de Arquíloco de Paros, hay un péndulo
que oscila sin parar entre la alegría extrema y la pena más desconsolada, tan
fugaces ambas, tan esquemáticas y tan ficticias. Ahora estoy aquí, ahora estoy
allí. Hay un péndulo que se parece también a un columpio en una tarde aburrida
de verano en la niñez. Sus viejos metales siguen sonando, rítmicos, como una
vieja ley humana. A ese pulso podemos llamarlo melancolía.
que oscila sin parar entre la alegría extrema y la pena más desconsolada, tan
fugaces ambas, tan esquemáticas y tan ficticias. Ahora estoy aquí, ahora estoy
allí. Hay un péndulo que se parece también a un columpio en una tarde aburrida
de verano en la niñez. Sus viejos metales siguen sonando, rítmicos, como una
vieja ley humana. A ese pulso podemos llamarlo melancolía.
Dos libros viajeros que, después de dormir un verano en la
sombra, han llegado, casi en tiempo de
otoño, a Brooklyn a traernos una
tormenta de luz.
sombra, han llegado, casi en tiempo de
otoño, a Brooklyn a traernos una
tormenta de luz.