Cuadernos de Humo

In Memoriam. Inventario del recuerdo.


           MONÓLOGO DE UN POETA ILUMINADO: ANTONIO
PARRA.
I
Son
los tres golpes que nos hacen vivir, tres heridas que nos matan, tres arañazos
que nos desangran: vida, amor, muerte.
Inventario
de la felicidad
, el último libro de Antonio Parra (Melilla 1946)
es una crónica equilibrada, profunda, íntima y elegiaca de la vida, de su amor
de la muerte.
Tres
puñaladas hondas en el corazón, en la mirada, en la noche.
Inventario
de la felicidad
, editado en la colección Astrolabio, es un libro
preciso, donde la sobriedad y la experiencia nos iluminan y nos conmueven y nos
dejan heridos.
Triángulo equilátero en
la geometría sin límites de nuestra vida. Tres tiempos, tres estados vitales,
tres constantes.
Inventario
de la felicidad
es una galería en donde se exhiben poemas que
entran en nuestras vidas y nos estremecen. Donde el equilibrio y la belleza son
dos puntos básicos para entender la poesía de Antonio Parra. Equilibro formal,
de fachada, un edificio donde las ideas son como ventanas con infinitos
caminos, paisajes, miradas, rostros, una ciudad, una muerte.
II
Estructurado
como en un tríptico de alguna catedral gótica, Inventario de la felicidad está compuesto de tres temas y un
inventario. La tabla central, “del amor”, consta de diecinueve poemas, la tabla
de la derecha, “de la vida”, de catorce y la de la izquierda, “de la muerte”,
de siete: media muerte, casi toda una vida y el amor que, en ocasiones es un
amor desaparecido, un grito, una sombra.
          Amor, amor mío de esta noche,
           
desvelado te abrazo. Algo escondido
           
prepara el corazón al desorden de existir.
Pero
es también un recorrido y un homenaje a una ciudad “del agua”,  a la “casa de uno”, un museo funerario con
cuadros que hacen homenaje a la poesía con la presencia de Sandro Penna, a la
pintura con Giorgio Bacci, a la muerte con Roland Moreaux, al holocausto con
Primo  Levi…
Cuando con repetido afán me propuse
volver, cuando con insistente y probada
nostalgia manifesté el deseo de tu suelo,
cuando horadando la noche, tus lejanas
aguas
pervirtieron mis sueños, desoladoras voces
sin piedad, derrumbaron con amargas
verdades
 el
templo que te había construido…
III
En
apariencia puede parecer una poesía fría por lo reflexiva. Una poesía de
pensamiento, metafísica, objetiva. Poesía seria, fruto de una cultura, de una
meditación, de una madurez. Pero no nos dejemos engañar por esa carga
filosófica, ideas condensadas que encierran años de experiencia, de vida, de
amor y de muerte.
Ardiendo muy dentro del poema está el fuego, la pasión, el navajazo que ahonda
y se clava en la piel de la razón.
         Posiblemente sea en el apartado
tres, “de la muerte”, donde encontremos los más elegiacos y emotivos poemas. Elegía es, a gusto de este lector, uno
de los poemas más significativos del libro. El poeta amordazado por la pérdida del
ser amado, rompe el silencio.
Al fin hablo de ti. El
cansancio
de los años no ha carcomido la imagen
que el iluminado venero de
tus labios,
estampó en mi tensísima piel.
Hoy me abrazo a tu sombra no
ensuciada
por la muerte, hoy te nombro…

Inventario de la
felicidad
es un catálogo no terminado, en marcha,  de una vivencia, de una ciudad, de una
muerte, sobre todo es una invitación a una vida. En Inventario, el largo e importante poema que cierra el libro, el
poeta deja abierta la puerta a la luz que nace:

Deja, deja ya ese inútil
inventarío
que nunca acabarás, y empieza
a mirarte en el espejo de esa
alta marea
donde está amaneciendo.

          Alta poesía que nos trae la madrugada
y en donde el espejo de la vida nos invita a la felicidad, aunque a veces
desaparezca en lagunas y aguas pantanosas. 

                          

   Antonio se ha ido sin poder terminar su inventario de la felicidad y nos ha dejado el de la pena y el recuerdo. El mejor homenaje que le podemos hacer es volver a su poesia. 

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