SONETOS A LA CARTA DE
CAMINO PARA REYES
CAMINO PARA REYES
Ha tardado en llegar,
casi un mes de Talavera a Brooklyn, pero ya está aquí, a punto para Nochebuena,
Navidad y, sobre todo, para Reyes. Es un regalo perfecto para la parienta, el
amante, “mi pareja”, el cocinilla que la mayoría llevamos dentro, los cocineros
y las cocineras y lo es hasta para la suegra. (Si viviera mi querida maestra en
el arte culinario, Simone Ortega, que escribió un libro que me ayudó a no morirme
de hambre cuando salí de Toledo, estaría encantada con este recetario). Y
encima es una edición solidaria.
casi un mes de Talavera a Brooklyn, pero ya está aquí, a punto para Nochebuena,
Navidad y, sobre todo, para Reyes. Es un regalo perfecto para la parienta, el
amante, “mi pareja”, el cocinilla que la mayoría llevamos dentro, los cocineros
y las cocineras y lo es hasta para la suegra. (Si viviera mi querida maestra en
el arte culinario, Simone Ortega, que escribió un libro que me ayudó a no morirme
de hambre cuando salí de Toledo, estaría encantada con este recetario). Y
encima es una edición solidaria.
Tomen nota: “A la carta. [Cocinetos reunidos]”, de Antonio del Camino. Un libro
de recetas de cocina hechas en sonetos (cocina/soneto) en donde uno aprende a
hacer desde primeros platos a postres pasando por pescados y carnes. Entre los
primeros no se pierdan la “vichisuá”, el “gazpacho a mi manera” o “alcachofas
con canela y calamar”. (Uno que no come carne ha tomado buena nota de cómo
hacer un “bacalao al pil-pil”, una “dorada a la sal” o un “besugo al
horno”.
de recetas de cocina hechas en sonetos (cocina/soneto) en donde uno aprende a
hacer desde primeros platos a postres pasando por pescados y carnes. Entre los
primeros no se pierdan la “vichisuá”, el “gazpacho a mi manera” o “alcachofas
con canela y calamar”. (Uno que no come carne ha tomado buena nota de cómo
hacer un “bacalao al pil-pil”, una “dorada a la sal” o un “besugo al
horno”.
En las palabras preliminares, el chef apunta que “A la carta
(cocinetos reunidos), lejos de ser un libro de versos escritos con la
seriedad que en tantas ocasiones imponen los poetas, es, esencialmente, un
divertimento de este chef, aunque se ha procurado dotar a los poemas de una
exigencia de composición aceptable”.
(cocinetos reunidos), lejos de ser un libro de versos escritos con la
seriedad que en tantas ocasiones imponen los poetas, es, esencialmente, un
divertimento de este chef, aunque se ha procurado dotar a los poemas de una
exigencia de composición aceptable”.
Un
libro muy aceptable, un divertimento que nos abre el apetito para una buena
ración de poesía y de buen humor y de solidaridad con los que, posiblemente, no
puedan degustar, como usted hace, un “conejo en pepitoria” o un “cordero
sefardí”. Es un regalo perfecto: enseña, divierte y alimenta. Y ¡ojo! no se den
un atracón, “pues se corre el riesgo de sufrir un mal padecer un cólico soneteril” del que el autor “no se hará
en ningún caso responsable”.
libro muy aceptable, un divertimento que nos abre el apetito para una buena
ración de poesía y de buen humor y de solidaridad con los que, posiblemente, no
puedan degustar, como usted hace, un “conejo en pepitoria” o un “cordero
sefardí”. Es un regalo perfecto: enseña, divierte y alimenta. Y ¡ojo! no se den
un atracón, “pues se corre el riesgo de sufrir un mal padecer un cólico soneteril” del que el autor “no se hará
en ningún caso responsable”.