Me recuerda el tunel del tiempo de Facebook que hace años “subí” este poema al muro. He dicho varias veces que es uno de mis poemas favoritos por muchas razones. Hoy, 20 de noviembre, lo traigo de nuevo cuando parece que algún camino se cierra y encuentra uno más conflictos morales que el dificil arte de caminar.
EL CAMINO NO TOMADO
Robert Frost.
Dos caminos se separaban en un bosque
amarillo
amarillo
y sintiendo no poder tomar ambos
y ser un solo viajero, me detuve por
mucho tiempo
mucho tiempo
y escudriñé uno de ellos todo lo que
pude
pude
hasta allí donde se doblaba en la
maleza.
maleza.
Entonces tomé el otro, que parecía igual,
y teniendo quizás el mejor reclamo,
porque era herboso y necesitaba ser pisado,
aunque precisamente por eso, el
caminar allí
caminar allí
los había desgastado a ambos casi lo
mismo,
mismo,
y esa mañana los dos yacían iguales
en hojas que huella alguna había
ennegrecido.
ennegrecido.
Oh, yo dejé el primero para otro día!
y aun sabiendo cómo un camino conduce
a otro,
a otro,
dudé si regresaría alguna vez.
Volveré a decir esto con un suspiro
en alguna parte siglos y siglos
después de hoy:
después de hoy:
Dos caminos se separaban en un
bosque, y yo
bosque, y yo
yo tomé el menos transitado
y esto hizo toda la diferencia.
The
Road Not Taken
Road Not Taken
TWO roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.