Lo recuerdo en la benemérita colección
Austral junto a La rana viajera. Fue
uno de los primeros libros que leí sobre Nueva York, una ciudad lejana e
imposible, vista en fotografías y vislumbrada en películas. Me llega ahora,
desde Oviedo, una primorosa edición de La
ciudad automática, de Julio Camba, revisada por José Luis García Martin que
tanto conoce las dos ciudades. Oviedo: otra ciudad que conocí en una novela y
que igualmente me parecía lejana y misteriosa. He vivido en las dos y he
llegado a conocerlas, a amarlas y a hacerlas un poco parte de mi vida. Editada
por Renacimiento en su colección “Los viajeros”, La ciudad automática es un regalo para los que aman Nueva York y a
la vez un recordatorio de una época y de una sociedad. Un libro que habla de la
crisis económica de 1929 y del hombre del futuro, todo con una mirada irónica, humorística
y, en ocasiones, desatinada. Enriquecido por un inteligente y agudo prólogo y dos apéndices este es un libro “escrito por alguien que se resiste a
dejarse seducir por los encantos de la Ciudad con mayúsculas, pero que al final
acaba sucumbiendo a ellos, como nos pasa a todos”.
Austral junto a La rana viajera. Fue
uno de los primeros libros que leí sobre Nueva York, una ciudad lejana e
imposible, vista en fotografías y vislumbrada en películas. Me llega ahora,
desde Oviedo, una primorosa edición de La
ciudad automática, de Julio Camba, revisada por José Luis García Martin que
tanto conoce las dos ciudades. Oviedo: otra ciudad que conocí en una novela y
que igualmente me parecía lejana y misteriosa. He vivido en las dos y he
llegado a conocerlas, a amarlas y a hacerlas un poco parte de mi vida. Editada
por Renacimiento en su colección “Los viajeros”, La ciudad automática es un regalo para los que aman Nueva York y a
la vez un recordatorio de una época y de una sociedad. Un libro que habla de la
crisis económica de 1929 y del hombre del futuro, todo con una mirada irónica, humorística
y, en ocasiones, desatinada. Enriquecido por un inteligente y agudo prólogo y dos apéndices este es un libro “escrito por alguien que se resiste a
dejarse seducir por los encantos de la Ciudad con mayúsculas, pero que al final
acaba sucumbiendo a ellos, como nos pasa a todos”.
Pues saludos desde una de las ciudades que citas Hilario: Oviedo. Tendré en cuenta tu recomendación.
Un abrazo,
sandra.
Otro saludo desde la otra ciudad: Nueva York. Un beso.