Desorientado por las seis horas de
diferencia horaria entre Nueva y York y Toledo me despierto a media noche. La
oscuridad es una balsa de agua negra, pesada, con olor a plata caducada. Todo
está inmóvil. La noche es un cuerpo tendido sin fuerzas para mover los dedos.
De pronto, de la misma manera como pasan las cosas en la vida, como viene el
dolor o el amor, se escucha el primer canto del primer pájaro de la madrugada.
Es apenas un temblor en la hondura de la rosa, en lo alto de la rama todavía
oscura, entre los encajes mudos de la brisa. A lo lejos un hilo de luz traza un
renglón en la pizarra de la noche. Es la señal: un estremecimiento en la sangre
del pozo, en el respirar de las raíces.
Después de la música llega la luz. La luz, claro, es de tiza. Alguien
borrará mas tarde el encerado de la madrugada. Toledo se despierta.
La casa con una sombra dentro
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Dicen que en la prosa poética el poeta se desnuda más íntimamente que en el verso libre o medido y que en ella podemos percibirlo viviendo, sufriendo o amando. En este poema en prosa tan lleno de imágenes y metáforas, uno se da cuenta del bagaje de lo que escribe y del empeño que pone en su experiencia, ese amanecer de tiza sobre el encerado, explicando tal vez un modo verbal, esas reliquias de encajes tal vez me expliquen la vida, este blog, tan discreto y cuidado, me da la esperanza de seguir aprendiendo de usted y olvidar la ineptitud con la que se adorna este mundo. Muchas Gracias.
Muchas gracias. En esta ocasión le agradezco, doblemente, sus palabras. Acabo de perder a un ser querido
Este sería motivo suficiente para romper mi anonimato y ofrecerle un abrazo sincero de amistad pero permítame acompañarle en este duro momento como un lector más que admira su obra, quiero seguir disfrutado de estos ratos de lectura en su blog, pero sepa que esta noche hay alguien le acompañará en su sentimiento.
Querido Hilario: espero que el dolor por la pérdida de ese ser tan querido por ti, por toda tu familia y por quienes la conocían haya dado paso a la paz y resignación que procura la seguridad de saber que al fin ha descansado de sus males y ahora goza del favor divino.
Hace días que te comenté esta entrada en privado. No sé si te dije, amigo Hilario, que conocí este blog de casualidad. Creo que fue en octubre o noviembre pasado que una amiga comenzó a publicar en facebok preguntas sobre el origen de las frases que se suelen emplear en nuestro diario quehacer. Una de ellas fue el origen de la frase" Si por h o por b…"
Escribí la pregunta en el buscador y salieron medio centenar de páginas con la respuesta, miré alguna para ver si coincidían o ampliaban la información. y entre ella aparecía este interesante blog tuyo.
El apellido Barrero me sonaba de algo, algo muy lejano. Leí varias de tus entradas atrasadas y luego te he seguido semanalmente como bien sabes por mis comentarios en privado. Un día leí una entrada en la que descubrí que teníamos muchas cosas en común, ambos conocíamos a personas y lugares que habían marcado nuestra niñez y adolescencia en San Martín, ambos habíamos estado en una misma ciudad extranjera, y ello me causó tal grata sensación que te escribí y desde entonces somos amigos. Prefería comentar tus entradas en privado o en facebok, pero hoy he vuelto a leer la última entrada de "La casa con la sombra" y no puedo resistirme ante la belleza de tu prosa. Te pido permiso para copiarla y guardarla en mis archivos para que me sirva de lección y referencia en mi aprendizaje de la escritura.
Un abrazo.
Muchas gracias por tus palabras, amigo Juan. Puede copiar la entrada y utilizarla como creas oportuno. Yo pienso que lo que uno hace, en el momento que se publica, ya no es de uno. Ya pertenece al que lo quiera. Un abrazo cordial. Acabamos de llegar a casa, llueve y parece que estemos en Gijón. Debido a la diferencia horaria llevo en pie desde las dos de la noche. Está amaneciendo.