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Sabemos que Ítaca no es
la tierra prometida, ni el encuentro con Penélope y el tapiz, ni con el perro
leal ni con Telémaco, ni siquiera con Ulises; al no conocerla no sabemos cómo
es, dónde está ni quién nos espera. Sabemos que posiblemente Ítaca sea para
nuestros amigos un apartamento al lado del mar; para ti y para mí es otra cosa.
Como sabemos, Ítaca va dentro de nosotros, vivimos en ella; prepararnos para el
viaje es prepararnos para ir a la otra Ítaca, la que está más allá de todas las
Ítacas, la Ítaca donde vive la muerte. Donde vive Caronte, el que construye
barcas de plomo y remos de cieno. Mientras tanto no escuchemos a las sirenas y
a sus cantos venenosos para que no nos lleven al abismo donde duermen, con
lesiones moradas y la mirada fracturada, los que tuvieron prisa por desnudarse
en la madrugada.
la tierra prometida, ni el encuentro con Penélope y el tapiz, ni con el perro
leal ni con Telémaco, ni siquiera con Ulises; al no conocerla no sabemos cómo
es, dónde está ni quién nos espera. Sabemos que posiblemente Ítaca sea para
nuestros amigos un apartamento al lado del mar; para ti y para mí es otra cosa.
Como sabemos, Ítaca va dentro de nosotros, vivimos en ella; prepararnos para el
viaje es prepararnos para ir a la otra Ítaca, la que está más allá de todas las
Ítacas, la Ítaca donde vive la muerte. Donde vive Caronte, el que construye
barcas de plomo y remos de cieno. Mientras tanto no escuchemos a las sirenas y
a sus cantos venenosos para que no nos lleven al abismo donde duermen, con
lesiones moradas y la mirada fracturada, los que tuvieron prisa por desnudarse
en la madrugada.
Tienes razón, todos tenemos una Ítaca , una espernaza, un puerto donde amarrar nuestras esperanzas, todos somos Ulises, nunca cambia, Eterna la Iliada. Gracias por recordarmela
Amigo Anónimo: Le habia respondido a su generoso comentario, pero han desaparecidos los dos: el suyo y el mio.
En tiempos de guerra fueron muchos los que tuvieron prisa por desnudarse en la madrugada, muchos los condenados a hacer de Ítaca su barco y su viaje, a encontrar a su Penélope sumisa y doblegada en cada puerto por cientos de argonautas, mientras tanto Caronte espera para ser burlado, al igual que el mismo Enéas u Orfeo salvados del Hades por su Amor y su belleza. Es envidiable su dominio en mitología clásica, al igual que su paisano Garcilaso.
He copiado el suyo del correo y lo he "pasteado". Perdón por este desaguidado. Le decia, en mi respuesta, que sus comentarios refrescan e iluminan la casa y la sombra. Muchas gracias.
Gracias Sr. Hilario por su esfuerzo en recuperar mis palabras de este reino del Hades cibernético. Refrescar e iluminar este blog es suficiente halago y esperanza para mantener vivo a Ulises perdido entre cientos de Islas desoladas. Muchas gracias por estos momentos de lectura.
Amo los poemas de Kavafis!!!!!….."Itaca! vive en mi..gracias Hilario por tan fina pluma!!!!desde Argentina saludos literarios..
Muchas gracias por su comentario