Cuadernos de Humo

Antología de poetas toledanos menores XI


 
 
Hilda Betancourt nació en un país de Hispanoamérica
y llegó  a Toledo cuando acababa de
cumplir quince años. Su padre abrió en la Plaza del Conde una tienda de ultramarinos
que luego se convirtió en una cadena llamada “Mantequerías Betancourt”.  Fue el primero que vendió mate, aguacates y
mangos en Castilla la Nueva y la Vieja y parte de La Mancha. (Sólo en la que vivió
Don Quijote).  Más que por su poesía, que
era prosa cortada con las tijeras de la arbitrariedad, Hildita destacó por su
belleza y generosa entrega a políticos, algunos clérigos (en concreto a un
franciscano) y militares de la Ciudad Imperial. Un poeta famoso le compuso un
poema, dicen que como regalo de una noche “de poesía”, titulado “Yo no nací
sino para j——” que naturalmente fue prohibido por el cardenal Pla i Deniel.
Una editorial local, Melibea, creada
por un artesano analfabeto y astuto, publicó un librito titulado Los versos más tristes esta noche que el
editor presentó a un concurso local creado por él mismo.  El primer premio fue para el hijo del alcalde,
Hortensio Blancaflor, con un poemario titulado Tatuaje, el baúl de la Piquer.  El de Hilda quedó finalista. El editor
aprovechó la ocasión para poner una franja de color rosa alrededor del libro: “Finalista
en el Premio Internacional de Olías de la Reina”. A los cincuenta, Hilda Bentacourt
se casó con el jefe de la estación. Poco después el marido fue destinado a Almendralejo, donde murió de una angina de aburrimiento. Todavía algunos viejos del
lugar recuerdan la voz cantarina y el contoneo de cintura de la “Alfonsina
Storni de Toledo”, como la llamó un académico, con el que parece que tuvo una sesión, el día de la presentación del
libro que se hizo en la Sala El farolillo rojo,
de Olías de la Reina. Nos satisface publicar este poema inédito y de título
sorprendente, posiblemente atribuido a HB. Se lo debo a la investigadora Adelaida do Cacete , de la Universidad de Caldas da Rainha, que está trabajando  sobre poetas menores en la vida y mayores en la cama. La profesora
Cacete ha escrito: “Poema de significado verbal florido y opulencia arquitectónica
con versos como arbotantes que se relacionan con la poesía de la experiencia erótica
y de partido”. Cosas de los investigadores. 
ESPERANDO QUE ACABES EL DISCURSO EN LAS CORTES
La mitad de mi
vida compartida con tu vida.
Media vida que
son muchas vidas,
muchas esperas
en la claridad de la ventana
y en la
oscuridad de la alcoba,
muchos silencios
llenos de palabras,
respiraciones
con mayúsculas y minúsculas,
espacios
con  puntos y comas,
caricias con
exclamaciones,
olores en gris
caligrafía,
sueños reales
llenos de rostros y nombres,
ciudades
nocturnas, lluviosas,
otoñales con
olor a uva a y membrillo,
olvidos
redondos, maduros y punzantes,
cuerpos amados
en la cama redonda del alba llenos de polvo,
ceniza y nada,
cuerpos llenos de peso,
la sangre
conquistada, el amor crecido,
luminoso de
colonia y jabones,
los ojos, tus
ojos, los míos, los ojos de tus ojos abarrotados de palomas,
de otros ojos y
otros cuerpos de fuego,
la noche, una
noche, otra noche con noticias, ruidos, secretos y sirenas,
un año y otro
año y este año que parte la vida en dos,
la tuya y la mía
y la dobla guardándola en un pañuelo con iniciales
que la oscuridad
bordó y nadie entiende.
La mitad de una
vida que son la tuya y la mía. 

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