Esta mañana ha salido el sol, la albahaca que mira por la ventana continuaba con su perfume, el portero nos ha hablado, como siempre, del tiempo, el autobús amarillo ha recogido a un grupo de niños, el otoño ha alfombrado el parque como si fuera a pasar la custodia del invierno, han llegado malas noticias de un miembro de tu familia, alguien ha escuchado la Suite número 1 para violoncelo de Bach y se ha sentido purificado, en el mercado las manzanas “honeycrisp” estaban rebajadas, la ciudad se ha llenado de ladridos de perros, de gritos de “homeless”, de sirenas, de aullidos y, como cada día, ha vuelto el amor. El río sigue camino del mar, parece que no ha pasado nada y, por si fuera poco mañana es siete, día en el que dos presos celebran su condena.