Mandé a un colega catedrático de la Universidad de Nueva York, CUNY, cascarrabias, de padres cubanos, especialista en Julián del Casal, Hilarión Cabrisas y José Ángel Buesa, el manuscrito de “Alhajas. Antología de poetas toledanos menores” que acaba de salir para que, afilado el hacha, podara el ramaje que sólo daba mala sombra. Como es preceptivo en estos casos, “se tomó un tiempo”, no porque no lo tuviera (que está jubilado), sino para hacerme pagar mi tardanza cuando me mandó “Poetas de tercera división: los que jugaron en un campo de tierra”, un tocho de 327 páginas.
Me sugirió que fuera generoso con las comas, que arreglara un endecasílabo “ya que a mí me salen diez sílabas” (sin captar la biografía de la “poetisa” que había sido autodidacta) y que uno de los poetas había nacido un año antes. Aprovechaba la ocasión para pedir mi opinión sobre el hallazgo de un poema “a la manera de doña Juana de Ibarbourou” que podría encajar perfectamente en “Alhajas”.
No pudo ser incluido porque no fuimos capaces de averiguar con seguridad su relación con Toledo. Lo publico, con permiso del colega en este día de nochebuena, con la esperanza de que algunos de ustedes, que no tienen otra cosa que hacer, tengan alguna información y puedan echar luz sobre esta rama que parece que tiene mala sombra.
PD. – El poema va sin título, me dice el profesor, porque aparecía sin él en la revista “Bohemia” donde encontró el poema.