GATO POR LIEBRE: UN LIBRO DE HAIKUS DE GARCÍA MARTÍN
Hay prólogos, epílogos o notas que son innecesarios y los hay que salvan el libro. Lean un fragmento de la nota (fechada en Oviedo el 14 de febrero) que cierra Aire en el aire, un libro de haikus de José Luis García Martín; sí, el mismo que en una ocasión lo definió como “el soneto de los haraganes”. Aire en el aire es un precioso volumen de la colección Libros canto y cuento al cuidado de José Mateos. El libro donde brota el ingenio, donde se siente una dócil y punzante melancolía y donde se escucha una velada queja, se divide en quince unidades de cada una de las cuales he elegido un haiku. Ni gato ni liebre: Aire en el aire es un manual en el que pasan los días, pasa el amor, la luna, la lluvia y la primavera llegan y se van. Es un libro donde el haiku conecta con la poesía tradicional japonesa, con Bécquer (“Los suspiros son aire y van al aire” y con la canción de siempre que sigue sonando a través de los tiempos.
“… Nunca fue mi intención publicar un libro de haikus, hastiado por la moda de esas breves estrofas japonesas que han acabado convirtiéndose en un juego social y en las que tan fácil resulta dar gato por liebre, obviedad por revelación… Pero la poesía sucede y a mí me sucedieron estas breverías que de inmediato eché a volar por las redes sociales. Algunas cayeron en oídos atentos y siguieron volando ajenas a mi nombre. Ahora se posan en este breve volumen y, al releerlas, compruebo que esta vez se hace verdad el tópico retórico; solo los errores son míos, solo me reconozco en lo que sobra, en algún aislado juego de ingenio, en alguna velada queja… Pero no te equivoques, lector. Aunque los firme yo, no soy yo quien los ha escrito. Los que valen la pena –si alguno vale la pena- son anónimos. O más tuyos que míos”.
Bueno será comprobarlo. Pedidos a www.libroscantoycuento
Aire en el aire, el amor que yo tuve, el que no tengo. (De Abres el libro) Vente conmigo, amor mío, muy lejos, pero sin mí. (De Algunos días) Que bien te escondes en un rincón oscuro dentro de mí. (De Cruzas un río) Si vuelvo a casa y vuelvo otra vez solo, escribo haikus. (De Cuando la luna) Callan los muertos y yo callo con ellos. No estamos solos. (De En la distancia) De amores habla que nunca han sido, del tiempo ido. (De Cuenta y no acaba) No te recuerdo pero sigues doliéndome en el olvido. (De En el verano) Entre las ramas, jugando al escondite, la luna nueva. (De Canto invisible) Dos veces llueve cuando llueve en el alma del que está solo. (De Bajo la lluvia) Estás conmigo. Ya sé que aunque me pierda no estoy perdido. (De Alzas los ojos) En el silencio de la nieve se posa tranquilo un cuervo. (De Salta una rana) Estoy perdido. Cada paso que doy me acerca a ti. (De Estoy perdido) Dios no lo sabe, pero antes del hombre él no era nadie. (De Haikus del yo) Toda la noche, aterida de frío, luna, en mi cama. (De Pasos y lágrimas) Traes recados de la muerte a la vida, qué bien te entiendo. (De Sólo la lluvia)