Cuadernos de Humo

Del diario 07-02-21

07-02-21.- Desde que vivimos en este apartamento, va a hacer ya veintitrés años, ha nevado muchas veces. Algunas nevadas forman parte de nuestro archivo y están para siempre vinculadas a momentos que nos traen días de frío y fuego, de una versión de “Die Fledermaus” que se ha convertido en una ópera “de culto”, de una salida a medianoche de un cine de Manhattan y encontrarnos el coche cubierto de nieve, de un edredón que hizo mi madre y de una taza de té con sabor a miel y a felicidad.
La nieve viene, florece, crece, mece su leve vuelo y se va, pero se queda. Se queda en los recuerdos, en el temblor de una mirada, en el perfume de una madre, en el sabor de un beso, en el frío de dos cuerpos, en el fuego de dos sombras.
Hoy, día 7, ha vuelto a nevar. Una nevada de domingo, un poco inesperada, como esa amiga de tu madre que venía de Toledo a saludarte y te pedía que la llevaras a misa (como si Dios hablara o entendiera castellano) o como el gatito del poema de Sandburg (que a ti tanto te gusta):

La niebla viene
con pies de gatito.
Se sienta silenciosa
en cuclillas
a echar un vistazo al puerto y a la ciudad
y luego sigue su camino. 


Ha estado nevando desde temprano, a veces con copos como plumones de ángeles suicidas, y a media tarde ha empezado a retirarse. Al atardecer el paisaje se había convertido en una lámina luminosa: un decorado para un ballet de Tchaikovsky, una litografía de Currier and Ives o un escalofrío para el día del juicio final. A lo lejos, entre las alturas de los árboles, comenzó a encenderse el crepúsculo, primero una raya rosa, un brochazo de plata, una sombra negra; después una luz como la de un faro que se extendía como gasolina por el horizonte; y cuando la noche se asomaba por las celosías de una ciudad de cristales la hoguera ha brotado como un rosal en celo y ha teñido las más altas ramas de los árboles plateados con un color cobrizo. Y de pronto dónde había esplendor y fuego, luz ardiendo, sangre rabiosamente congelada. la noche ha borrado del encerado de febrero un paisaje que quedará para siempre quemando en los ojos de dos viejos que a veces tienen frío: un frío que viene de lejos y que parece que se cuela entre las rendijas de sus almas.

2 thoughts on “Del diario 07-02-21”

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *