Sigue la Garza roja creciendo, aunque parezca altiva y por encima de los mortales y en su vuelo nos trae otro libro de Alfredo Buxán. En realidad son dos libros en uno: “La transparencia”, de 2012 y “La canción del aire”, de 2014 de la Editorial Aflera.
Cuando comentábamos “Lugar de hogueras” o “El rumor”, recuerda que uno sintió una honda emoción, un temblor en el corazón y que en cada poema descubría “que la belleza y la emoción son las dos columnas en las que se sostiene” la poesía se Alfredo Buxan. Una poesía que reconforta y alivia.
“La transparencia” y “La canción del aire” es un díptico que, cómo un retablo en la catedral de la vida y de la naturaleza nos nombran momentos queridos que nos van acotando el camino. Como este cotidiano “Cada día” de “La transparencia”:
“Banco público”, de “La canción del aire”, es uno de mis favoritos. Un poema cotidiano, un mundo, una manera “de escuchar la canción del universo:
El libro cierra con “A última hora”, un poema luminoso, que cruje, moja y deja en nuestro corazón esa mano temblorosa que “riegue / las macetas con la humilde ternura / de lo que siempre está sobre la tierra”.
Cómo nos tiene acostumbrado, al leer un libro nuevo, Alfredo Buxán nos pone a arder el cerebro y nos hiela el corazón y así sabemos que estamos leyendo eso que llamamos poesia. Un libro que nos “invita a que la tomemos del talle y bailemos con ella”.