CORAZÓN
DE SEDA, MENTE DE HIERRO
DE SEDA, MENTE DE HIERRO
Cruzando fronteras, de Rosalía Perera
Gutiérrez
Gutiérrez
Es un libro de viajes, una guía para
perderse por los caminos de la esperanza y de la vida, un libro de geografía
con mapas como los que dibujábamos de pequeños con ríos azules, montañas
marrones salpicadas de nieve, campos verdes y caminos que no iban a ninguna
parte, yendo a todas. Es un libro con los cinco sentidos, un pequeño museo de
miniaturas montadas en marcos de poesía y sensibilidad, acuarelas luminosas. En
sus páginas se escucha la llamada de la lluvia en los cristales, el ladrido de
un perro, el crujir del verano, se rastrea el humo, se siente el frio y
anotamos nombres, canciones, películas, música.
perderse por los caminos de la esperanza y de la vida, un libro de geografía
con mapas como los que dibujábamos de pequeños con ríos azules, montañas
marrones salpicadas de nieve, campos verdes y caminos que no iban a ninguna
parte, yendo a todas. Es un libro con los cinco sentidos, un pequeño museo de
miniaturas montadas en marcos de poesía y sensibilidad, acuarelas luminosas. En
sus páginas se escucha la llamada de la lluvia en los cristales, el ladrido de
un perro, el crujir del verano, se rastrea el humo, se siente el frio y
anotamos nombres, canciones, películas, música.
Cruzando
fronteras es, sobre todo, “una invitación al viaje”, que es una manera de
ser libre, de enriquecerse, de volver con el equipaje lleno de luces y
recuerdos. Un libro de columnas, a dos columnas, (aparecidas en la prensa de
Badajoz) que sostienen el templo donde vive la poesía, la prosa cálida, la
metáfora justa, el “dolorido sentir” y el hondo sentimiento del tempus fugit. Pero también, no lo
olvidemos, y ahí radica su dualidad literaria, es un libro que habla de justicia social, de
hermandad y entendimiento, de libertad y humanismo. Un libro en el que vemos
nevar en Nueva York (una de nuestras columnas favoritas), asistimos a la llegada
de la primavera o el otoño, acompañamos a la poeta en busca del tiempo perdido;
un libro en el que encontramos gente que quiere levantar muros, una mujer
nigeriana que “narra secuestros, violaciones, torturas en su país”, gente que
busca refugios, “homosexuales que temen ser asesinados, arrojados desde las
azoteas”.
fronteras es, sobre todo, “una invitación al viaje”, que es una manera de
ser libre, de enriquecerse, de volver con el equipaje lleno de luces y
recuerdos. Un libro de columnas, a dos columnas, (aparecidas en la prensa de
Badajoz) que sostienen el templo donde vive la poesía, la prosa cálida, la
metáfora justa, el “dolorido sentir” y el hondo sentimiento del tempus fugit. Pero también, no lo
olvidemos, y ahí radica su dualidad literaria, es un libro que habla de justicia social, de
hermandad y entendimiento, de libertad y humanismo. Un libro en el que vemos
nevar en Nueva York (una de nuestras columnas favoritas), asistimos a la llegada
de la primavera o el otoño, acompañamos a la poeta en busca del tiempo perdido;
un libro en el que encontramos gente que quiere levantar muros, una mujer
nigeriana que “narra secuestros, violaciones, torturas en su país”, gente que
busca refugios, “homosexuales que temen ser asesinados, arrojados desde las
azoteas”.
Cruzando
fronteras es un rosal lleno de las rosas más bellas del jardín de la
melancolía y de la hermosura pero con las espinas más peligrosas que casi
siempre intentamos no ver ocultas por el fulgor de la rosa. Un libro escrito
con el corazón y con un alto sentido de justicia social.
fronteras es un rosal lleno de las rosas más bellas del jardín de la
melancolía y de la hermosura pero con las espinas más peligrosas que casi
siempre intentamos no ver ocultas por el fulgor de la rosa. Un libro escrito
con el corazón y con un alto sentido de justicia social.
Rosalía Perera Gutiérrez es una
escritora que lleva puesta la toga en su mirada y una abogada que escribe
poesía y que trabaja para la aplicación efectiva de los Derechos Humanos. Perera
centra su lucha en las minorías perseguidas y, en especial, en las personas
víctimas de la trata de seres humanos.
escritora que lleva puesta la toga en su mirada y una abogada que escribe
poesía y que trabaja para la aplicación efectiva de los Derechos Humanos. Perera
centra su lucha en las minorías perseguidas y, en especial, en las personas
víctimas de la trata de seres humanos.
Breves, poéticas, humanas, de
apariencia sencilla, locales, como escritas con tinta de melancólica niebla, Cruzando fronteras es un manual escrito
por una mujer de nuestro tiempo, con corazón de seda y mente de hierro: los dos
railes por donde circula el tren de la vida en el que viajamos. A través de la
ventanilla vemos pasar la historia de guerras y soledades, de silencios y
olvidos, de sombras y recuerdos. Vemos pasar la vida que se nos va montados en
ese tren que llega a países sin que nos detengan en las fronteras porque en el
mundo de Rosalía Perera, poeta y abogada, madre y mujer, las fronteras que
separan, aunque sean las nuestras, no existen
apariencia sencilla, locales, como escritas con tinta de melancólica niebla, Cruzando fronteras es un manual escrito
por una mujer de nuestro tiempo, con corazón de seda y mente de hierro: los dos
railes por donde circula el tren de la vida en el que viajamos. A través de la
ventanilla vemos pasar la historia de guerras y soledades, de silencios y
olvidos, de sombras y recuerdos. Vemos pasar la vida que se nos va montados en
ese tren que llega a países sin que nos detengan en las fronteras porque en el
mundo de Rosalía Perera, poeta y abogada, madre y mujer, las fronteras que
separan, aunque sean las nuestras, no existen