Agosto, 2002. Lunes, 12.- Voy en el tren Q a Coney Island leyendo Os
Maias por enésima vez. La última vez que vine por estos barrios fue hace
ahora un año en compañía de mis amigos de Oviedo que este verano no vienen y les
echo de menos. Vuelvo de la playa lleno de humo de los chiringuitos, del ruido
de las radios, del sol sucio, de olor a fritanga y a cebo para los anzuelos.
Desde Brighton Beach hasta Coney Island, pasando por 8 West St., los rusos
mafiosos llenos de vida, lustrosos y con bañadores tangas de poliéster que
dejan ver una enorme barriga roja, se mezclan con los viejos judíos que se
mueren bajo pérgolas de asfalto y granito, con
hispanos ruidosos, morenos de sol y sangre y con los italianos
americanizados, con ademanes sicilianos con gruesas cadenas de oro colgando
pesadas medallas con la Virgen del Carmen.
Maias por enésima vez. La última vez que vine por estos barrios fue hace
ahora un año en compañía de mis amigos de Oviedo que este verano no vienen y les
echo de menos. Vuelvo de la playa lleno de humo de los chiringuitos, del ruido
de las radios, del sol sucio, de olor a fritanga y a cebo para los anzuelos.
Desde Brighton Beach hasta Coney Island, pasando por 8 West St., los rusos
mafiosos llenos de vida, lustrosos y con bañadores tangas de poliéster que
dejan ver una enorme barriga roja, se mezclan con los viejos judíos que se
mueren bajo pérgolas de asfalto y granito, con
hispanos ruidosos, morenos de sol y sangre y con los italianos
americanizados, con ademanes sicilianos con gruesas cadenas de oro colgando
pesadas medallas con la Virgen del Carmen.
De amores y temores. 2002/2003. Viviendo en
Nueva York. Llibros
del Pexe, Gijón, 2005.
Nueva York. Llibros
del Pexe, Gijón, 2005.