Hugh
Barkington-Fitzpatrick nació en Guilford (Surrey) en 1900, miembro de una
familia acomodada con negocios vinícolas en la provincia de Cádiz; terminada la
Primera Guerra Mundial Hugh viajó a Jerez y quedó prendado de la tierra
andaluza, allí aprendió español y comenzó estudios de enología, pero su
verdadera vocación eran la poesía y los caballos andaluces. Durante los años
veinte residió en Toledo, donde publicó un pequeño tomo de poemas en la
editorial La Delenda. En 1940 viajó a Cádiz, y allí contrajo un tifus
exantemático que lo llevó a una tumba temprana. Está enterrado en el cementerio
inglés de Málaga, cerca de la tumba del poeta Jorge Guillén. El soneto que copiamos
a continuación lo hallamos en un ejemplar de la revista The Monthly Mediterranean, que se publicaba en Menorca recién
acabada la Segunda Guerra Mundial. Según la profesora Eingels Swarthy, se trata
de un poema profético, en el que el autor presiente su temprana muerte.
Barkington-Fitzpatrick nació en Guilford (Surrey) en 1900, miembro de una
familia acomodada con negocios vinícolas en la provincia de Cádiz; terminada la
Primera Guerra Mundial Hugh viajó a Jerez y quedó prendado de la tierra
andaluza, allí aprendió español y comenzó estudios de enología, pero su
verdadera vocación eran la poesía y los caballos andaluces. Durante los años
veinte residió en Toledo, donde publicó un pequeño tomo de poemas en la
editorial La Delenda. En 1940 viajó a Cádiz, y allí contrajo un tifus
exantemático que lo llevó a una tumba temprana. Está enterrado en el cementerio
inglés de Málaga, cerca de la tumba del poeta Jorge Guillén. El soneto que copiamos
a continuación lo hallamos en un ejemplar de la revista The Monthly Mediterranean, que se publicaba en Menorca recién
acabada la Segunda Guerra Mundial. Según la profesora Eingels Swarthy, se trata
de un poema profético, en el que el autor presiente su temprana muerte.
La
duda se pasea lentamente
duda se pasea lentamente
recordándome
siempre a cada paso
siempre a cada paso
que
de noche no duermo por si acaso
de noche no duermo por si acaso
tengo
que despertarme de repente.
que despertarme de repente.
Oigo
voces, ladridos, veo un puente
voces, ladridos, veo un puente
que
tengo que cruzar en el ocaso,
tengo que cruzar en el ocaso,
llegué
tarde a la cita, con retraso,
tarde a la cita, con retraso,
no
conozco este ruido ni esta gente.
conozco este ruido ni esta gente.
Vienen
a mi memoria en esta hora
a mi memoria en esta hora
los
recuerdos felices, mi sonrisa,
recuerdos felices, mi sonrisa,
el
olor de la infancia y de mi suerte.
olor de la infancia y de mi suerte.
Siento
mi vida que empezando ahora
mi vida que empezando ahora
parece
que se acaba muy deprisa
que se acaba muy deprisa
oyendo
la llamada de la muerte.
la llamada de la muerte.
Muy bueno, que tendrá Toledo que todos queremos
La vida es un puente para el otro..y los recuerdos, historias olvidadas y perfecionadas..