Dicen que cuando fue a despedirse del Obispo Auxiliar (de quien había
sido compañero en el seminario y en Roma) horas después de hacerlo del cardenal
Pla i Deniel, el prelado le preguntó sin rencor, pero con un tono melancólico: “Et,
tu, Brute?” Al amanecer de la mañana
siguiente, el Magistral de la Santa Iglesia Catedral Primada, abandonaba
Toledo. En Madrid, en un hotel cerca de Atocha, donde se hospedó, se quitó la
sotana y salió de la casa vestido de paisano. Había escrito un libro de sonetos
a la Virgen del Sagrario, otro titulado
Cruces para la Cruzada y una tesis doctoral sobre el cardinal Gomá y su
papel en la guerra del 36. Don Humberto Bordón (1917-1997) murió en Barcelona.
Trabajó en la Editorial Herder en donde publicó bajo seudónimo otro libro de
sonetos que dedicó a J.N. Isabel
Alamares, que me facilita estos datos, en un artículo publicado en la revista Hanáfora, dice sobre “Escritura”:
“Soneto de corte clásico con imaginería visceral y elementos lingüísticos de
matiz místico que bifurcan en connotaciones eróticas en donde dedo, corazón, costado y ojos concuerdan en
planos oblicuos de culpabilidad con clave, llave, encerado y tiza”.
sido compañero en el seminario y en Roma) horas después de hacerlo del cardenal
Pla i Deniel, el prelado le preguntó sin rencor, pero con un tono melancólico: “Et,
tu, Brute?” Al amanecer de la mañana
siguiente, el Magistral de la Santa Iglesia Catedral Primada, abandonaba
Toledo. En Madrid, en un hotel cerca de Atocha, donde se hospedó, se quitó la
sotana y salió de la casa vestido de paisano. Había escrito un libro de sonetos
a la Virgen del Sagrario, otro titulado
Cruces para la Cruzada y una tesis doctoral sobre el cardinal Gomá y su
papel en la guerra del 36. Don Humberto Bordón (1917-1997) murió en Barcelona.
Trabajó en la Editorial Herder en donde publicó bajo seudónimo otro libro de
sonetos que dedicó a J.N. Isabel
Alamares, que me facilita estos datos, en un artículo publicado en la revista Hanáfora, dice sobre “Escritura”:
“Soneto de corte clásico con imaginería visceral y elementos lingüísticos de
matiz místico que bifurcan en connotaciones eróticas en donde dedo, corazón, costado y ojos concuerdan en
planos oblicuos de culpabilidad con clave, llave, encerado y tiza”.
ESCRITURA
Con mi dedo
te escribo en tu costado
te escribo en tu costado
que te
quiero y adivinas la clave
quiero y adivinas la clave
de su texto.
Tu corazón lo sabe
Tu corazón lo sabe
y traduce su
enigma enamorado.
enigma enamorado.
Con mis ojos
te escribo en tu encerado
te escribo en tu encerado
que te
quiero y me tiendes la llave,
quiero y me tiendes la llave,
mensaje de
tu tiza en el que cabe
tu tiza en el que cabe
mi cuchillo
de viento arrodillado.
de viento arrodillado.
Mi pulso
tembloroso se serena
tembloroso se serena
al descifrar
tu amor en nuestras vidas,
tu amor en nuestras vidas,
incógnita
cifrada en tu hermosura.
cifrada en tu hermosura.
Navaja que
me marca y me condena,
me marca y me condena,
signo que me
conforta en mis heridas,
conforta en mis heridas,
hoja blanca
que salva mi escritura.
que salva mi escritura.
Es como cuando uno escribe una nota secreta al enamorado, y solamente el indicado entiende tu mensaje. La dama, le abre sus puertas al brindarle su llave, y al escribir ella con su tiza, el cuchillo del amado la llena, pero el cuchillo corta, penetra, hace sangrar y causa dolor pero no a la entrada, sino a la salida. Lo del cuchillo es una metáfora perfecta.
Muchas gracias por el metafórico mensaje, Felicia Es un placer contar con lectores como usted. Breve, pero punzante mirada al soneto. Un saludo.