Del Diario
170718.- De pronto, a media tarde, el sol se ocultó y la ciudad parecía haber sido tragada por un ejército de niebla guerrera. Nació un viento raro, áspero como una hoja de higuera que raspó a los árboles que se movían como doloridos. Aparecieron los primeros paraguas y llegó hasta nosotros un olor a tierra […]