Cuadernos de Humo

Aldeana.




EN
EL MERCADO

                            
Para Beatriz Rodríguez en el otro Finisterrae

Va de luto,
por los pliegues del paño que cubre la cabeza
serpentea la sombra.
Pasa la gente sin tocarla, el ruido le resbala,
solo la luz la roza y reposa en su rostro de mármol.
Descansa en la barbilla, como un pájaro herido,
la mano que tantas veces acarició a la muerte
y la vistió de vida, que tantas veces embalsamó a la noche.
Marchitas a sus pies se duermen las verduras
en un lecho de saco: verdes ya destemplados,
rojos pasmados, amarillos cansados de esperar.
Si vende lo que ofrece caminará ligera hacia su casa,
encenderá la lumbre, contará su riqueza, repasará sus muertos
y volverá a la tierra.



Con este poema quiero agradecer a tantos amigos que han mostrado su “impacto” al ver las fotografías del grupo “Rostros”.

3 thoughts on “Aldeana.”

  1. Todas las imágenes mostradas merecían un punto de atención. Todas decían algo especial. Por eso será que en esta que muestras has definido todo un mundo que no tiene desperdicio.

    Gracias Hilario por tantas cosas hermosas.

  2. Eso exactamente es lo que sentí cuando vi la foto, Hilario. Eso exactamente, no encontraba la palabra y era eso, que lo que hacía falta para decirlo era un poema. Gracias por traérnoslo.
    Un abrazo.

  3. Gracias Hilario por este poema y por tantos otros y por esa imagen que me lleva a Galicia y al recuerdo de mis abuelas, siempre vestidas de negro y con el infaltable paño en la cabeza. Volver a la tierra…qué riqueza más grande!

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