Creo que fue en el verano del 51 cuando mi padre decidió llevarnos a “veranear” a Retamoso de la Jara, el pueblo donde habían nacido mis abuelos maternos. Aun quedaban dos tías de mi madre y muchos primos. En Retamoso todos eran “tíos” y “primos”. Por entonces éramos solo cinco hermanos. Fuimos a vivir con mi tía María Jesús, personaje que aparece en los Diarios, en una casona enorme, con un zaguán oscuro y umbrío, un salón de “recibir” que nunca se abría y una troje que olía a melones maduros, a trigo y a espliego. El patio tenía un pozo que comunicaba con el de la casa de al lado y un enorme membrillero que en septiembre se llenaba de frutos dorados. Al fondo, las cuadras.
Ya he contado que en ese verano descubrí la sombra de un pájaro muerto, el peso del sol de julio, el picor de la paja, el queso duro que nos dio de merienda una prima de mi madre cuando fuimos de visita, la tarja donde el panadero “apuntaba” los panes que mi madre compraba, la palabra trilla, “velahí”, cedazo y, sobre todo, a sentir otro tipo de sombra en mi corazón.
En Retamoso, donde no había Guardia Civil, nunca pasaba nada. Los domingos la campana de la iglesia avisaba a misa y de vez en cuando el pregonero daba noticia de la llegada de algunos cómicos o la proyección de alguna película en “El salón”. Una vez mi tío Juan, el marido de tía Maria Jesús, nos llevó a mi hermano mayor y a mí a ver una película “apta para todos los públicos”. Cuando íbamos a salir de casa, mi tía María Jesús nos dio una pequeña banqueta mientras mi tío Juan cogía una silla baja de las que estaban junto a la lumbre. Por el camino nos dijo que la película era en el patio de “El salón” que se utilizaba en verano como pista de baile y había que llevar asiento.
El otro día al pasar por una barbería de haitianos del barrio vimos en el cristal un póster que anunciaba dos funciones para mañana y para el Viernes santo de la Pasión según San Juan, de Bach. En la información ponía “BYOC”, (“traiga una silla”, abreviatura que algunos restaurantes que no tienen licencia de licores ponen para que los cliente lleven su propia botella). La Pasión de mañana será al aire libre y la otra dentro del templo. Mañana es cuando hay que llevar silla como si estuviéramos en Retamoso, aunque estemos en Brooklyn. Bach bien vale una misa o una pasión.