Tuve la suerte de que el poeta, novelista y ensayista Juan Francisco Quevedo me pidiera participar en un ensayo que acaba de publicar en Septentrión ediciones, que dirige el poeta Carlos Alcorta. Se lo agradezco porque tuve la suerte de aprender y gozar de su talento y de su amor a la poesía. El texto lleva un epilogo de Alcorta que desgrana elogios y destaca los beneficios que tiene el leer poesía. Muchas gracias a los dos por invitarme a estar bajo el amparo de su palabra.