Con el otoño llegan nuevos colores, rostros inesperados, olores a mármol empapado de lluvia, ruidos roncos de pájaros desconocidos, ventanas que al cerrarlas crujen con un sonido de madera animal. Llega, sobre todo, una luz, necesitada de ayuda, como si hubiera sido escrita con caligrafia de médico. Son las nuevas adquisiciones.