Cuadernos de Humo

Flor de un día. Si llegan.

    Por un lado pienso que si el poema no es necesario, sobra. Como el adjetivo que no da vida, mata. Por otro me imagino que los que llevamos siglos escribiendo poemas tenemos muchos que no sabemos qué hacer con ellos. (Hay poetas que lo publican todo). Son como esos regalos que nos hacen que no sirven para nada. Un conocido poeta me ha pedido “de 9 a 10 poemas” para un proyecto y buscándolos, en una carpeta llamada “Poemas nuevos”, veo que de los treinta y dos escrito en casi dos años, apenas si me satisfacen unos pocos. Bendito tiempo que es fuego purificador. En resumen: de seiscientos días de “trabajo” se salvan, o yo salvo, cinco poemas que mandaré al amable poeta que se ha acordado de mí. Pongo estos siete poemas aquí sabiendo que serán flor de un día. Si llegan.

            DESFALCO        
Después de aquel verano en Barcelona
cerramos las ventanas impidiendo
que nos tocara el ruido de la vida
que tu habías traído entre la ropa.

En plena posesión de los sentidos
llegó la muerte por la madrugada
deslizando debajo de la puerta
un papel que avisaba de una guerra.

Vestidos, vacíos, temblorosos,
con otra guerra en nuestro lecho helado
velábamos a amigos y enemigos.

Temerosos vivíamos en guardia
sabiendo que  la muerte nos miraba.
Nos robaron lo mejor del verano.

                                                              
            VIAJE
Me separan de ti,
salgo del mundo de tu mundo
y perdido la ciudad te nombra.
Me pierdo en pasadizos,
entro en bocas marcadas,
huelo antiguos olores
y al salir de la cámara oscura
me encuentro troceado
el rostro de la noche.
Siempre que te perdí volví a encontrarte,
no importa que otros cuerpos te buscaran.

Te encontraré del todo cuando te pierda para siempre.

           TELÉMACO
Si mi padre tardaba en regresar
mi madre se angustiaba.
Asomada al balcón o cosiéndose en tiempo
hacía y deshacía el tapiz de la espera.
Mi padre al final llegó una tarde
oliendo a mares y a sirenas dulces.
Después de tantos siglos
cuando abres la puerta mi desazón termina,
comprendo la zozobra de mi madre
y pienso que si después de tanta espera
mi padre jugaría con Penélope como tú juegas conmigo.  

             CERRADURA
Sin darles tiempo de llegar hasta el lecho,
una vez afianzada la puerta de la casa,
se amarían ruidosos, jadeantes, salvajes.
No sabían entonces lo difícil que más tarde sería
abrir la cerradura con la llave oxidada del cansancio. 

           DEVOCIONARIO
 Al levantarme: Con Dios me acuesto…
Al vestirme: Bendita sea tu pureza…
Al comer: Bendice, Señor, estos alimentos…”
En el colegio: Padre nuestro que estás en los cielos…
En el rosario: Los misterios dolorosos…
En el vía crucis: La verónica limpia el rostro de Jesús…
Después de la comunión: Sangre de Cristo, embriágame…
En mi muerte: Liberame, Domine de morte eterna…
A tu lado: Herido estoy de gozo y de sosiego…
¡Y luego dicen que el pecado es caro!

35TH ST. BETWEEN 7TH AVENUE AND BROADWAY
                   (BLIND DATE
)

 Si llega quien esperas
sabes que te traerá su incertidumbre,
presientes que se irá
después de alguna excusa y un café
o acabareis la noche en un hotel del barrio.
Después vendrá el olvido.
Pero te atreves a pensar:
¿Y si este fuera el último café solo?

   ASTURIAS
Al amanecer
la niebla cristiana
debilita,
filtra,
vence
y reconquista
al ejército invasor.

     

 


3 thoughts on “Flor de un día. Si llegan.”

  1. JOSÉ LUIS MORANTE

    Un abrazo desde Rivas, Hilario, acabo de leer tus poemas con el gusto de siempre. Yo carezco de inéditos en estos momentos, lo que me libera un poco de ese deseo de publicar. No hay que dramatizar sobre la necesidad de la poesía. Es una actividad humana, como todas, hecha de luces y sombras. A veces se acierta y a veces no. Forma parte del encanto de ser. Saludos.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *