Cuadernos de Humo

Para saber de mí, de Antonio del Camino

                   ANTONIO DEL CAMINO,
ENCUADERNADOR DE LA PALABRA.

En la sobria portada del libro aparece “un
grabado” de un encuadernador trabajando en un libro que ya nos anticipa algunos
de los modos que vamos a encontrar al leer  Para
saber de mí
, el último libro de Antonio del Camino, ganador de un accésit
en el Adonais con otro libro espléndido: Del
verbo y la penumbra
. La portada nos dice de un oficio y de una maestría, de
la palabra y el pensamiento, de la lucidez y del corazón. En efecto, en las páginas
preliminares leemos que el libro está dedicado a su padre quien, al jubilarse,
aprendió a encuadernar. A encuadernar sobre todo libros de poesía que el hijo
escribía y que denomina “edición de amigo”. 
          De entrada es de justicia decir que Para saber de mí es un libro de poesía,
poesía. Valga la redundancia. Un libro con una musicalidad y un ritmo
ejemplares, en donde cada verso tiene su razón de latir, un libro en donde se
entiende todo, un libro cálido, lleno de emoción, con una hondura luminosa, con
poemas cotidianos, plenos de ruidos y de olores, de rostros y de amor, de
muerte y de vida. Un libro de poesía que quema, que te llena el alma de
temblores, que te pone el corazón a trabajar. Aquí lo metafísico, los conceptos
abstractos tienen poco que hacer. Aquí lo que funciona es el camino que nos
lleva desde el primer poema, “Tras un largo silencio”, hasta el último poema,
“Anotación final” y entre uno y otro tres partes que hablan de la palabra, de
la familia y del amor. 

          En “Tras largo silencio” el poeta
justifica ese largo silencio y decide “traspasar el umbral de las palabras / y
caminar, / para saber de mí”.  Y de
inmediato, en el título de la primera parte, “Vivir en las palabras”,
comenzamos a notar el traspaso y las pisadas del poeta en el camino de su
discurso poético. Esta parte es una celebración del encuentro de nuevo con “…la
sed cardinal de las palabras”. Y el poeta lo celebra dándonos en un soneto espléndido
“Razones para el canto”. Y pared por medio el poema, que es una poética, “La
poesía”.

La
poesía:
                   esa bagatela
que no se cotiza en Bolsa ni
se guía
por la Ley del Mercado.
                                          Se
diría
que es peso muerto.
                                    Y sin
embargo vuela.
          La segunda parte, “Al paso de los
días” está compuesta de siete poemas titulados “De la vida” (tan clásico)
intercalados entre otros poemas en los que predomina el entorno familiar, sobre
todo la figura del padre del poeta. Posiblemente esta parte es la que más le
llega al que esto firma y la que más le emociona. Poemas como “Otra infancia:
mi infancia”, un poema homenaje a Machado y dedicado al poeta José Luis Morante,
“Cuando en casa se hablaba en voz queda”. “Cementerio alemán” o “Encuadernando
una edición de amigo siguiendo los consejos de mi padre” son antológicos,
poemas que se quedan con uno para siempre. 
          “Invierno derribado”, la tercera
parte, agrupa poemas de amor escritos a la sombra de su mujer. La coda (tan
musical), “Anotación final”,  cierra el
libro y enlaza con el primer poema y así el círculo de belleza, orden, poesía y
método, queda envuelto en un mundo equilibrado y medido lleno de palabras y de
vida. Un mundo que nos recuerda que: 
 Para saber de
mí, busqué mi rostro,

                                  por detrás de mi rostro, en las palabras. 

       Si, como
decía Aleixandre, (tan olvidado) poesía es conocimiento, este libro es el
espejo perfecto en donde el poeta se refleja para saber de él y nosotros nos
reflejamos en el espejo limpio de su poesía para saber de nosotros mismos. 

                                                             

2 thoughts on “Para saber de mí, de Antonio del Camino”

  1. Antonio del Camino

    Amigo Hilario, no tengo palabras para agradecerte reseña tan generosa. Aunque estoy, como suele decirse por aquí, "a plan", hoy he engordado, por lo menos, dos kilos (vaya con ello un guiño cómplice.) De verdad, muchas, muchas gracias.

  2. JOSÉ LUIS MORANTE

    Qué hermosa lectura, querido Hilario. Ningún matiz a ese placer de acariciar los poemas de Antonio del Camino, de sondear una poesía humanista, hecha con los hilos frágiles de lo cotidiano. Poesía intimista que da voz al yo más personal. Abrazos y un placer estos enlaces de afecto y literatura.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *