Cuadernos de Humo

Como un mar antiguo, de Juan Antonio Millón


“Como un mar antiguo”, comienza con cuatro poemas a una Atlántida olvidada en el mar, en ella el poeta espera “que algún futuro nos encuentre allí desnudos / aferrados a la barca varada / hacia un viaje final”. Aparecerá el mar de nuevo con otras formas, como en el espléndido poema “Las edades bárbaras”, escrito en vigorosos endecasílabos, donde el poeta recuerda:

Fue la niñez feliz, aunque el dolor
bastía el descubrimiento del mundo
y las heridas de la piel y del alma
mascaban las lindes de nuestro cuerpo.

De “aquella Atlántida que fuimos” de un mar imposible, Juan Antonio Millón (1960) nos lleva a un viaje por la naturaleza y nos enseña otros mares de olas y olivas, ríos y fuente, piedra y alma y a esa honda melancolía que uno siente al ver pasar la vida, la llegada del otoño, que es un poco el morir:

Como una canción antigua,
inesperada y feliz,
el otoño volverá.

El crítico García Martín, en la contraportada del libro, escribe: “Con pluralidad de formas, del soneto al haiku, pasando por un verso blanco entre rítmico y conversacional, Juan Antonio Millón reflexiona sobre la usura de los años y rescata para siempre y para todos, los pecios más preciados del naufragio del vivir”

Uno de los poemas finales, “A pie de playa”, nos invita, como lo hace Aleixandre en el poema “En la plaza”: “desnuda el sentimiento / de todo lo pasajero” y a entrar al mar:

Rompe el grito contra la espuma
y espera la distancia de los adioses.
Olvídate,
desnuda el sentimiento
de todo aquello pasajero
y mójate los pies
en esta playa leve
esperando un rayo
de claridad infinita
justo en medio de la noche.

Un libro que es un salvavidas para el recuerdo, una barca con un Caronte de sal y viento que nos ayudará a pasar la Estigia, un viaje a la noche iluminada por el sol de la sombra. Poesía honda, equilibrada, poesía donde vibra la emoción, poesía orientada con la brújula de la razón a babor y la rosa de los vientos a estribor. Nave que nos lleva por un mar antiguo, en búsqueda de esa Atlántida que nos espera para el viaje final.

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